frases de Raúl Perrone



¿Por qué quiero filmar? ¿Para qué seguir filmando? Son preguntas que me hago a diario, y siempre llego a lo mismo: porque sí, para seguir contando.
¿Y por qué carajo seguir contando y siempre digo “Esta va a ser la última”?
Y estoy pensando en otra, y mil veces me puteo y mil veces me seguiré puteando.
Nunca pienso en la guita, ni en fundaciones, ni el instituto, ni en concursos. Nada, simplemente salir a filmar, ¿pero para qué? Si yo no tengo nada que ver con esto, no tengo nada que ver con este mundo, cada vez me importa menos este circo que rodea al cine, cada vez estoy mas autista, pero quizás quiera dejar un documento. Tampoco estoy muy seguro.
Hace pocos dias termine el tríptico “Lujan / Los actos cotidianos / Al final la vida sigue, igual”. Ojalá las pueda mostrar, que las puedan mirar. Ni siquiera hablo de estreno, hablo de mostrar, como si fueran cuadros.
Igual sigo pensando para qué filmo, para qué sigo haciéndolo, y no sé por qué carajo no puedo dejar de hacerlo. El otro día me preguntaron qué era para mí el cine y dije “No sé”.
Raúl Perrone

Frases de Raúl Perrone



¿Qué puedo decir sobre el cine independiente que no se haya dicho? Recuerdo que me gustaba leer en diarios y revistas la palabra “indie”. Sentía que quería hacer películas con el mismo espíritu que los músicos que hacían rock en un garage...
Raul Perrone

Enrique Symns

Los momentos de mayor felicidad, son una porqueria.
Enrique Symns

Frases de Fogwill




Eligieron ser poetas para poder quejarse de algo, y no de ellos mismos que tendrían que ser su principal motivo de queja.
Rodolfo Fogwill

Frases de Fogwill



Toda literatura tiene que ver con crear un mito. Literatura y mito son la misma cosa. Hay muchos que quieren copiar la estética de mi literatura, pero no le sale. Y eso que podrían haber aprendido.
Siempre hay alguien que se diferencia, pero , en general, la gente quiere escribir, y cuando lo hace, la caga. Se les ocurren frases y les parece que la escritura tiene que ver con frases y tiene que ver con otra cosa.
Rodolfo Fogwill

frases de fogwill



Algunos escritores comienzan sus novelas por el título. No es mala idea. Un día encuentro a Sergio Bizzio y me cuenta que está escribiendo su segunda o tercera novela llamada “Más allá del bien y lentamente”. Como me pareció un buen título que prometía el relato de un larguísimo acto sexual en cuyo curso podría aparecer todo lo que vale la pena contar en la vida y todo lo que se pueda reflexionar sobre la moral, le pregunté de qué trataba y me respondió que no lo sabía porque aún no había salido del primer párrafo. No es una mala manera de empezar: aquel proyecto de Bizzio se convirtió en el guión de cine que soñaba filmar, después una obra de teatro (¡representada por perros!) y, finalmente, sin mayor esfuerzo generó una novela que hasta fue publicada. Sólo una vez comencé por el título. Fue en 1977 y a mis pocos cuentos –dos o tres que acababa de escribir y que nunca publicaría– ansiaba agregar otros tantos para componer ¡un libro!, el soñado destino de cada escritor y me senté frente a la máquina, cargué la hoja que sería la página sesenta de mi librito soñado y escribí con mayúsculas la palabra “MÚSICA”, con la esperanza de que, tironeando de ella, emergiese alguna trama, o un imaginario acontecimiento poético de esos que a veces precipita el azar. Me llevó tres años imaginar el relato y otros dos escribirlo. Música se publicó dos veces y aunque casi nadie lo recuerde es uno de mis relatos menos malos.
Rodolfo Fogwill

frases de Rodolfo Fogwill



Discípulos: hace muchos años que tengo un solo alumno. Casi nunca falta, siempre paga y parece ir envejeciendo a la par mía. Soy yo, su manager, mi preceptor, su personal trainer, mi mentor secretísimo. Le enseño y él aprende y olvida a la par. Le digo que mi maestro anterior estableció que escribir es filmar directamente contra la pantalla. Y tratando de que filme directamente contra su pantalla le repito que, de ahora en más, escribir, para él, será conseguir que cualquier cosa que se le vaya ocurriendo pase directamente al texto sin romper su ilusión de continuidad. He tratado por todos lo medios que aprenda a oír a la gente haciéndose escuchar. Creo que ya casi aprendió a poner títulos a sus sonetos y sus letras de rock. No es nada fácil.

Rodolfo Fogwill